En mi clase de 4. de la ESO, ocurrieron muchas anécdotas, pero en especial una. Un compañero fue al baño, y tan cabreado que estaba le pegó una patada a un grifo y lo partió. Total que llegamos a clase, él todo preocupado, le dicen a la profesora que habían roto un grifo, la profe preguntando quién había sido y todos callados. Total que llega un compañero que no había entrado aún y con el grifo en la mano le dice al culpable: "Toma", “tu grifo" y se lo deja caer en la mesa. Fue increíble. Menos mal que a partir de ese curso todos fuimos por caminos diferentes.